Damien Porter se incorporó al equipo de WiseTech hace unos dos años, como ingeniero de software. Damien ha trabajado con diferentes equipos y responsabilidades, y se enfoca actualmente en crear una mejor experiencia de usuario en WiseTech Academy, además de fortalecer sus habilidades de liderazgo a través del programa de Líderes Emergentes de WiseTech.

Nos reunimos con Damien para hablar del autismo sin tapujos y conocer sus perspectivas sobre varios de los desafíos que ha tenido que superar y la necesidad de cambiar la narrativa sobre las personas neurodivergentes para lograr una diversidad real.

¿Qué fue lo que le atrajo de una carrera profesional en tecnología?

Comencé a programar cuando estaba en la secundaria y es algo que me gusta y disfruto. En la secundaria, me uní a una especie de club de programadores. Me enseñaban otros chicos de mi edad y aprendíamos QBasic. Me apasiona la matemática y aprendí que podía aplicarla para resolver problemas. Era muy divertido experimentar.

¿Cuándo se dio cuenta de que quería estudiar ingeniería de software?

¡Nunca lo hice! En un principio, quería estudiar ingeniería y me inscribí en cursos de ingeniería en la secundaria pero, sinceramente, me aburría. Entonces decidí hacer la prueba como enfermero/paramédico. Comencé a estudiar para ser enfermero/paramédico y, en el segundo año, me di cuenta de que tampoco lo disfrutaba. Era un desafío, pero no el tipo de desafío que yo quería y, a pesar de que aprendía mucho, sentía que no era mi lugar.

Decidí abandonar mis estudios y tuve varias experiencias antes de comenzar a estudiar Matemáticas Avanzadas en la Universidad de Sídney. Obtuve un título en ciencias que me permitía estudiar otras materias del área, como ciencias en computación. Me di cuenta de que para obtener una licenciatura en ciencias en computación debía cursar materias de matemáticas y otras de computación, lo cual era ideal para mí y para mis intereses. Así que hice eso y obtuve una segunda licenciatura en ciencias en computación.

Hay bastante programación en las ciencias en computación, pero debo decir que gran parte de mis conocimientos de programación son el resultado de estar experimentando y de proyectos que me apasionan y que realizo en mi tiempo libre.

¿Fue el aspecto de resolución de problemas de las matemáticas lo que le atrajo a la tecnología?

Sí, de cierta manera. Sin embargo, las ciencias en computación son un poco distintas, pues manejan problemas muy bien definidos, algo que no es usual en el sector de tecnología. El diseño de software tiene más que ver con ideas y conceptos, y luego pasa por un equipo de diseño, experiencia del usuario e interfaz del usuario. Por lo tanto, es mucho más amplio que resolver un problema específico. Las habilidades en la ingeniería de software son fáciles de transferir a otras áreas. Una de las mejores habilidades que uno puede tener como programador es saber dónde buscar y cómo aprender. No es necesario internalizar conocimientos sino saber cómo encontrarlos y aplicarlos bien.

Es algo parecido al efecto Dunning Kruger, de que cuanto más sabe uno sobre un tema, menos confianza tiene en esos conocimientos. Pero sí, creo que hace 100 años era necesario saber muchas cosas para sobrevivir, y la sociedad no se ha actualizado como debería. El conocimiento ya no equivale a poder. Esto se debe a que puedes acceder al conocimiento en cualquier momento con tu teléfono celular.

¿Cómo comenzó su carrera en WiseTech?

Estaba conectado con Xceptional, quienes brindan servicios accesibles de contratación y puestos de trabajo para personas autistas. Completé algunas pruebas con ellos, pero nada se alineaba con mis habilidades y mis áreas de interés. Un día, me dijeron que, si estaba dispuesto a aprender C#, podrían incluirme en el proceso de WiseTech. Así que tomé un par de semanas para aprender C#.

No tuve muchas esperanzas, pues me dijeron que los estándares eran muy altos. Hice una entrevista, algunas pruebas y actividades en línea; luego, tuve otra entrevista y entonces me empecé a ilusionar porque había llegado a las etapas finales. Ya llevo casi dos años en WiseTech.

¿Cuáles han sido algunos de los desafíos que ha enfrentado como persona neurodivergente?

Técnicamente, me clasificarían como una persona que tiene TEA, o trastorno del espectro autista. Por eso, no soy neurotípico. La palabra “espectro” ya no se utiliza mucho, pues indica que todos están en algún punto de una línea, pero en realidad no es así. Hay diferentes condiciones y diferentes personas, y al estudiarlas en conjunto podemos encontrar algunos rasgos en común. Pero si seleccionamos a una sola persona de este conjunto, no veríamos los rasgos en común, sino los rasgos diferentes.

Me parece que uno de los aspectos más peligrosos de identificarse como persona autista es que se asigne un significado colectivo a la palabra. Somos una comunidad, pero cada persona autista quiere ser tratada de manera distinta. Tiene factores desencadenantes diferentes, tiene retos distintos. Hay que abordar cada caso en particular.

¿Cómo ha superado algunos de esos retos que han surgido, y cómo ha derribado algunas de las barreras creadas porque las personas no saben cómo hablar acerca de las personas neurodiversas?

Hay un par de puntos en los que debemos pensar. Uno de ellos es que algunas personas no reciben ningún apoyo. Antes de incorporarme a Xceptional, acudí a un proveedor de servicios de discapacidad. Tenía depresión antes de comenzar a trabajar, y aún tengo, pero era muy intensa en esa etapa de mi vida.

Le dije a este proveedor que realmente quería conseguir un empleo en programación. Estaba preocupado porque no tenía título ni calificaciones, pero quería trabajar. Esta persona me dijo que, sin calificaciones, no podía conseguir empleo y nadie me contrataría. Me recomendó buscar empleos de ventas minoristas, un tipo de trabajo que no se ajusta a mí ni a mis habilidades.

No debemos escuchar a esas personas que nos desalientan.

Tampoco debemos dejar que nadie limite nuestras habilidades. El hecho de no tener experiencia en algo no significa que no podamos intentar algo diferente.

Por último, es importante saber pedir el tipo de apoyo que necesitamos para lograr nuestro máximo potencial. Por ejemplo, para nosotros puede ser difícil comunicarnos. Entonces, si no te gusta la comunicación cara a cara, debes informar que prefieres comunicarte por escrito. Es necesario ser muy claros con respecto a la mejor manera de comunicarse, para recibir el apoyo apropiado.

Aunque estos consejos están dirigidos a personas neurodiversas, son consejos generales que todos podemos entender y que, en realidad, deberían aplicarse a cualquiera.

¿Qué consejos daría a los adolescentes que puedan experimentar estos desafíos e ideas equivocadas?

Es una pregunta difícil para mí, porque no me diagnosticaron autismo cuando era adolescente. Me diagnosticaron cuando tenía veintitantos años. Sin embargo, considero importante rodearse de las personas indicadas. Eduquen a quienes estén dispuestos a aprender y no hagan caso a quienes eligen ser descorteses o ignorantes.

No es nuestra responsabilidad educar a nadie, pero es importante comunicar nuestras experiencias y ser sinceros, y de este modo ayudaremos a nuestra comunidad.

¿Considera que un diagnóstico más temprano le habría aclarado más las cosas?

Sí, definitivamente. Consulté a varios especialistas cuando era más joven, pero no me daban el diagnóstico.

Ahora hay mucha más visibilidad y creo que es más fácil llegar al diagnóstico. Y hay intervenciones más tempranas, cuando aún eres joven y el cerebro está creciendo y aprendiendo nuevos patrones que te acompañarán durante el resto de tu vida. La ayuda de especialistas y terapeutas es muy útil. No cura el autismo y tampoco debe verse como una cura o solución. Pero sí ayuda a adaptarse al mundo. Y es un momento crucial para entenderse a uno mismo.

¿Cómo le gustaría que cambie la narrativa para las personas neurodiversas?

Me gustaría que no haya acoso, pero no es un patrón realista. Siempre habrá personas que atacarán lo que ven como deficiencias y habrá otras que brindarán su apoyo. En lo personal, me gustaría ver el cambio en las personas que están en el punto medio.

Sé que ser neurodivergente se suele considerar una discapacidad. Y entiendo por qué, pero en lo personal, no me gusta que se refieran a ello como una discapacidad, pues no es más que una diferencia.

Tuve una conversación reciente con una persona que me habló de “curar el autismo”. El hijo de esta persona es autista y me dijo que quería que su hijo fuera capaz de abrazar y hacer diversos tipos de cosas. Mi respuesta fue que no debemos tratar de curar el autismo. No es una enfermedad. Es posible que esta persona no pueda ser feliz en la vida sin estas cosas, pero su hijo sí. Él es diferente, es una manera diferente de existir, pero no es peor.

¿Cómo ha sido su experiencia al trabajar en WiseTech?

En WiseTech me han brindado mucho apoyo, tal como lo hacen con cualquier otra persona, y agradezco mucho que fomenten mi talento. Soy parte de la primera cohorte del programa de Líderes Emergentes. Estoy aprendiendo muchas cosas nuevas que se centran en cómo comunicarse con las personas y cómo gestionarlas. He aprendido mucho acerca de liderazgo y cómo ser un buen líder. Ahora, espero la oportunidad de ponerlo en práctica.

En todo caso, creo que las empresas corren el riesgo de ser demasiado solidarias en algunos aspectos. Cuando llega el momento de la retroalimentación, es importante brindar comentarios positivos, pero también sobre las áreas que pueden mejorar; es necesario seguir avanzando, seguir aprendiendo y saber dónde centrar los esfuerzos.

Siempre he sido muy directo y sincero acerca del autismo, de modo que para mí es importante no ocultarlo, porque no es ningún secreto sobre mí. Esto quizá no funcione con otras personas autistas que tal vez no quieran ser tan abiertas sobre ese tema, pero en mi caso tiene que ver con saber cómo podemos trabajar mejor juntos.

En su opinión, ¿qué tan importante es que los lugares de trabajo formen equipos diversos?

Hay dos respuestas a esta pregunta. En primer lugar, existe un beneficio en tener hombres y mujeres, personas sin discapacidades, personas de culturas diferentes, personas discapacitadas, etc. Es un beneficio positivo porque las personas pueden aportar sus diferentes experiencias. Es importante y valioso.

Pero creo que una razón mucho más importante para considerar la diversidad en un equipo es que no se excluya a ningún grupo. Por ejemplo, si como mujer ves que solo hay hombres en puestos de desarrollo, puede que te sientas menos atraída a asumir ese puesto. Si ves este tipo de exclusión a nivel individual, podría pensarse que la empresa no está comprometida y que no quieren que las personas se queden y formen parte del equipo.

La diversidad con el objetivo de tener un equipo diverso es algo bueno, pero no debe ser un impedimento para conseguir empleo o para tener éxito. Esta es la verdadera razón por la cual la diversidad es importante para mí.

Un lugar de trabajo diverso implica estar abierto a todos por igual y que nadie tenga miedo de asumir una función.